Con te partiró

Otra vez su amor platónico
entra en escena escudado en una sonrisa
me desarma de argumentos, me contagia
determina mi ánimo
acaricia mi tiempo sin prisa
humedece mi entorno con sus palabras
inocentes y sabias,
calcinando con amistad su acogida
por mi corazón que le ve como un fantasma
como una imagen que tal vez es, tal vez fue, tal vez sería
donde su sola presencia es como seda
que cubre la piel de mi alma herida
de otros sentimientos
cobijada ya antes por sensaciones similares…

En mi espalda la confianza
que no debo dejar caer
En sus manos, quizás, mi pasaje a la felicidad
o simplemente a un trozo de vida distinta
diferente a la que tengo hoy día
o al menos indiferente a otros ojos que no sean los suyos

Aún así, tengo miedo
tengo miedo a ese “quizás”
a que sea un boleto de ida y vuelta
para un viaje del que no quiero regresar
Tengo miedo a perder a un buen amigo, por un mal amor
a saltar a un vacío que, al final
puede estar lleno de dolor
a que en realidad exista un final y consiga dar con él

Son tantas cosas qué temer, y tantas qué ganar
que me abruman la equidad y la justicia

No pienso más, sólo siento.

No quiero escribir otro verso en torno a esto.

Cierro los ojos… con te partiró.